Evaluación del TDAH en adultos: trastorno por déficit de atención con hiperactividad

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El TDAH, que significa Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, es una afección del neurodesarrollo que normalmente se manifiesta en la niñez a medida que se desarrolla el cerebro. A menudo se acompaña de otros trastornos del neurodesarrollo, como dispraxia, dislexia, síndrome de Tourette y trastornos del espectro autista.

Es importante tener en cuenta que estas condiciones coexistentes a veces pueden enmascarar o mitigar los síntomas más prominentes del TDAH, y esto es algo de lo que los psiquiatras experimentados son muy conscientes. Toman en consideración la complejidad y la interconexión de estas condiciones al evaluar y diagnosticar el TDAH en las personas.

Si usted o alguien que conoce está experimentando síntomas relacionados con déficit de atención, hiperactividad o impulsividad, consultar con un psiquiatra experto puede brindar información y orientación valiosas. Podrán evaluar los síntomas, considerar cualquier condición coexistente y desarrollar un plan de tratamiento adecuado adaptado a las necesidades específicas del individuo.

Comprender las complejidades del TDAH y sus posibles comorbilidades es fundamental para garantizar un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz de la afección. Buscar la ayuda profesional de un psiquiatra calificado puede marcar una diferencia significativa en la promoción del bienestar general y la calidad de vida de las personas con TDAH.

Además de ser una afección del neurodesarrollo, el TDAH en adultos se asocia con frecuencia o es comórbido con afecciones de salud mental como la ansiedad o la depresión. Esto significa que las personas pueden haber vivido con TDAH no diagnosticado durante años, ya que sus síntomas podrían haber sido eclipsados ​​por los desafíos y dificultades resultantes que enfrentaron.

De hecho, es una estadística alarmante que aproximadamente el 40 % de las personas en prisión cumplen los criterios para un diagnóstico de TDAH en adultos. Además, muchos adultos con TDAH no diagnosticado a menudo buscan ayuda para varios problemas sociales y condiciones de salud mental que han surgido como resultado de su TDAH subyacente.

El vínculo entre el TDAH y estas condiciones de salud mental coexistentes subraya la complejidad del TDAH y su impacto potencial en el bienestar general de una persona. Reconocer la presencia de TDAH en adultos y abordarlo junto con cualquier condición comórbida es crucial para brindar el apoyo y el tratamiento adecuados.

Si sospecha que usted o alguien que conoce puede tener TDAH no diagnosticado y está experimentando problemas de salud mental asociados, buscar una evaluación integral de un profesional de salud mental calificado puede proporcionar información y orientación valiosas. A través de un diagnóstico preciso y un enfoque de tratamiento holístico, las personas con TDAH pueden recibir el apoyo necesario para mejorar su calidad de vida y bienestar general.

Hay tres subtipos reconocidos de TDAH, cada uno caracterizado por distintos patrones de síntomas:

  1. Tipo hiperactivo: Este subtipo generalmente se asocia con un comportamiento impulsivo y una percepción de falta de control, particularmente en los niños. Este comportamiento puede llevar a algunos a descartar el diagnóstico como mero "mal comportamiento" o como resultado de una crianza ineficaz. En los niños, el comportamiento hiperactivo a menudo se vuelve más manejable a medida que avanzan en la adolescencia, pasando a una inquietud o irritabilidad general. Esto puede haber contribuido a la idea errónea de que el TDAH solo se encuentra en los niños. Sin embargo, se ha entendido cada vez más durante las últimas dos décadas que el TDAH puede persistir hasta la edad adulta.

  2. Tipo desatento (anteriormente conocido como ADD): las personas con este subtipo luchan principalmente por mantener el enfoque y la atención en las tareas mundanas sin distraerse fácilmente. Pueden exhibir comportamientos como soñar despierto, falta de atención y una tendencia a cambiar de actividad con frecuencia o aburrirse rápidamente. En los niños, este subtipo a menudo se pasa por alto ya que los comportamientos resultantes, como el bajo rendimiento, pueden malinterpretarse como pereza o incluso elogiarse como un potencial creativo pero no realizado.

  3. Tipo combinado: Como sugiere el nombre, este subtipo implica una combinación de síntomas de las categorías de falta de atención e hiperactividad. La mayoría de las personas con TDAH pertenecen a este subtipo, ya que exhiben un espectro de comportamientos que, individualmente, podrían considerarse dentro de un rango "normal". Sin embargo, cuando se ven como parte de un panorama más amplio, estos comportamientos contribuyen a un diagnóstico de TDAH.

Comprender los diferentes subtipos de TDAH permite un enfoque más matizado para el diagnóstico y el tratamiento, ya que los síntomas pueden manifestarse de manera diferente en cada individuo. Es importante consultar con un profesional de la salud calificado para recibir una evaluación integral y atención personalizada según el subtipo específico y sus desafíos asociados.

Hay varias percepciones y malentendidos comunes en torno al TDAH que contribuyen a los conceptos erróneos y los sesgos:

  1. Sesgo de género: La percepción estereotipada del TDAH a menudo gira en torno a que los niños pequeños interrumpen la clase, lo que lleva a una comprensión sesgada de la condición. Las niñas, tanto jóvenes como mayores, también pueden tener TDAH, pero pueden presentar síntomas diferentes y es menos probable que reciban un diagnóstico. Las estadísticas actuales indican que el TDAH es más frecuente entre los niños, pero esto puede estar influenciado por los prejuicios históricos y el hecho de que las niñas pueden mostrar menos comportamientos hiperactivos.

  2. Dependencia excesiva de los medicamentos estimulantes: Existe la idea errónea de que el tratamiento del TDAH implica principalmente el uso de medicamentos estimulantes, que son químicamente similares a las drogas recreativas. Esto puede crear preocupaciones y malentendidos entre los padres y cuidadores. Es crucial tener en cuenta que estos medicamentos no producen el "subidón" buscado que experimentan los usuarios de drogas recreativas. En realidad, se ha descubierto que los medicamentos estimulantes tienen efectos positivos para más del 80 % de las personas con TDAH que los prueban.

  3. Efectos adversos y adicción: Una idea errónea común es que los medicamentos estimulantes utilizados para tratar el TDAH son adictivos o conllevan riesgos significativos. Sin embargo, estos medicamentos no son adictivos cuando se usan según lo prescrito. Por el contrario, las personas con TDAH no tratado corren un mayor riesgo de desarrollar problemas de adicción a medida que pasan a la edad adulta. La evidencia de la investigación sugiere que la medicación para el TDAH en realidad reduce la probabilidad de abuso de sustancias.

Abordar estos conceptos erróneos y sesgos es fundamental para garantizar una comprensión precisa y un tratamiento adecuado del TDAH. Buscar información de profesionales de la salud calificados y acceder a recursos confiables puede ayudar a disipar estos malentendidos y promover un manejo efectivo de la afección. Es importante abordar el TDAH con una mente abierta, teniendo en cuenta las diversas formas en que puede manifestarse en diferentes personas y los beneficios que puede proporcionar un tratamiento adecuado para mejorar el bienestar general y reducir los riesgos potenciales.


Al buscar tratamiento para el TDAH, es fundamental seguir los siguientes pasos:

  1. Obtener un diagnóstico especializado: El primer paso es buscar un diagnóstico de un médico especialista que tenga experiencia en enfermedades del neurodesarrollo, generalmente un psiquiatra. Evaluarán sus síntomas, historial médico y realizarán evaluaciones para determinar si tiene TDAH.

  2. Medicamentos y opciones de tratamiento: Una vez diagnosticado, el especialista puede recomendar opciones de tratamiento adecuadas según sus necesidades individuales. La medicación es un método común y eficaz para controlar los síntomas del TDAH. Aproximadamente el 80% de las personas con TDAH responden positivamente a la medicación. Sin embargo, el acceso a estos medicamentos requiere de un diagnóstico de especialista, ya que son sustancias controladas. En la mayoría de los casos, los médicos generales (GP) continúan recetando medicamentos para el TDAH una vez que se ha realizado un diagnóstico formal de un especialista y el paciente se encuentra estable con el tratamiento.

  3. Discusión con su médico de cabecera: Es importante discutir con su médico de cabecera si está dispuesto a recetarle medicamentos para el TDAH. Es posible que no todos los médicos de cabecera se sientan cómodos al recetar estos medicamentos, y es recomendable tener esta conversación antes de programar una cita con un especialista. En muchos casos, los especialistas pueden trabajar con los médicos de cabecera en un modelo de atención compartida, en el que brindan orientación y supervisión mientras el médico de cabecera administra la prescripción en curso.

Al seguir estos pasos, las personas con TDAH pueden recibir el diagnóstico necesario, acceder a los medicamentos apropiados y trabajar con su equipo de atención médica para manejar su condición de manera efectiva. El objetivo es encontrar un plan de tratamiento integral que combine medicamentos, terapia y estrategias para el autocontrol, que permita a las personas prosperar y superar los desafíos asociados con el TDAH.

Una vez que haya recibido un diagnóstico de TDAH, hay varios pasos a considerar para el tratamiento, incluidos medicamentos e intervenciones psicosociales:

  1. Valoración de la medicación:Después del diagnóstico, si elige probar la medicación, el siguiente paso es el proceso de valoración. La titulación implica encontrar el medicamento y la dosis correctos que funcionen mejor para usted. Hay dos opciones de titulación disponibles:

    a. Titulación de enfermería: esta opción implica trabajar con una enfermera especialista en TDAH para adultos. Tendrá contacto semanal a través de un sistema seguro de mensajería en línea, donde la enfermera lo guiará en la búsqueda del medicamento y la dosis óptimos.

    b. Titulación y tratamiento intensivo a medida del consultor: Si cree que necesita un tratamiento más intensivo, puede optar por citas frecuentes con su psiquiatra, quien supervisará el proceso de titulación. Esta opción permite soporte de mensajería adicional entre citas.

  2. Costos de medicamentos: Como paciente privado, usted será responsable del costo de los medicamentos durante la titulación. El costo de los medicamentos varía según el medicamento recetado y los cargos establecidos por el farmacéutico. Su enfermera o especialista puede proporcionarle una estimación de los costos de los medicamentos una vez recetados.

  3. Cuidado compartido con el médico de cabecera: Una vez que haya alcanzado la estabilidad en la medicación, la preferencia es remitirlo de nuevo a su médico de cabecera del NHS para continuar con la prescripción. Esto le permite recibir recetas mensuales del NHS, eliminando la necesidad de recetas privadas. Una consulta final con su psiquiatra, analizará su medicación y el posible apoyo psicosocial. Luego, su psiquiatra le escribirá a su médico de cabecera, describiendo su tratamiento y solicitándole que se haga cargo de la prescripción durante los siguientes 12 meses.

  4. Intervenciones psicosociales: Es importante entender que la medicación por sí sola no es el único tratamiento para el TDAH. Las intervenciones psicosociales juegan un papel vital en el manejo de la condición y sus desafíos asociados. El entrenamiento especializado, la atención plena, la terapia conductual cognitiva (CBT) y otros enfoques terapéuticos pueden ser beneficiosos. Trabajar con psicólogos, psicoterapeutas y entrenadores de vida especialistas en TDAH puede proporcionar un apoyo valioso para desarrollar fortalezas y abordar las consecuencias de las deficiencias relacionadas con el TDAH.

Vale la pena señalar que, si bien se harán esfuerzos para establecer acuerdos de atención compartida con su médico de cabecera, puede haber variaciones en la disposición del médico de cabecera para recetar medicamentos para el TDAH o financiar medicamentos específicos. Además, las intervenciones psicosociales son cruciales para el manejo de trastornos comórbidos como la depresión y la ansiedad.

Al considerar estos pasos y trabajar en estrecha colaboración con los profesionales de la salud, las personas con TDAH pueden recibir un tratamiento personalizado, que incluye la titulación de medicamentos y apoyo psicosocial, para manejar su condición de manera efectiva y mejorar su bienestar general.


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